viernes, 3 de diciembre de 2010

NBA: LA NUEVA ACTITUD DE LOS BULLS

Joakim Noah
Cada año, los chicago bulls tienen que dejar el United Center durante un tiempo prolongado en noviembre para dar paso a que se celebre el famoso Circo de Barnum y Bailey en la instalación deportiva.


A este periodo de tiempo que los Bulls pasan fuera de su estadio, usualmente jugando contra equipos de la Conferencia del Oeste en su mayoría, se le conoce como "La gira del circo".
El nombre ya ha desarrollado una connotación negativa entre los jugadores y directivos que han pasado varias temporadas con el equipo, pues es un periplo en el que los resultados han sido generalmente adverso. Como ejemplo podemos mencionar que la última vez que los Bulls habían logrado terminar esta gira con registro ganador fue en noviembre de 1997, cuando Michel Jordan era el rey de la franquicia.
Desde 1999 hasta el 2003 Chicago no ganó ni un solo partido en este viaje y tan recientemente como el año pasado, finalizó la gira con una victoria y seis derrotas. Por eso es que haber logrado registro ganador (4 triunfos y 3 reveses) en la de este año hace sentir muy optimistas a todos los que experimentaron esta estadía fuera de casa en el pasado.
Aunque una derrota ante el Orlando Magic, en su primer partido de regreso a casa, los dejó con registro de 9 y 7 (bastante pedestre si se considera que tienen 5 y 0 contra equipos con mas derrotas que victorias, pero sólo 2 y 7 contra equipos con registros ganadores), no es menos cierto que se encuentran mucho mejor que en la temporada pasada para esta fecha.
El año pasado, los Bulls tenían registro de 6 y 9 luego de la gira del rodeo y llegaron a caer hasta 14 y 20. La temporada siguió siendo una perdedora hasta que, en la recta final, lograron cerrar con 8 victorias frente a 3 reveses para acabar la campaña regular con porcentaje ganador de 50 por ciento (41 y 41).
En la temporada 2008-2009 había sucedido algo similar; luego de la gira del rodeo, Chicago tenía 8 y 9 y llegó a caer hasta 21 y 28 antes de terminar encendido en los últimos dos meses, acabar con igual cantidad de victorias que derrotas y jugar aquella épica serie de primera vuelta contra Boston, en la que sucumbió en 7 partidos.
Esta temporada, los Bulls han logrado evitar el usual arranque frío a pesar de no contar con el que se espera sea su segundo mejor jugador, Carlos Boozer, por los primeros 15 encuentros y jugando el segundo itinerario más fuerte de toda la liga en esos primeros desafíos (según el porcentaje ganador de todos sus rivales hasta la fecha). Boozer quien hizo su debut en la derrota ante el Magic, posiblemente tarde unos partidos en agarrar condición plena de juego; pero cuando lo haga estará integrando un cuadro titular que puede ser considerado de los mas balanceados en ofensiva y defensiva de la liga, conDerrick Rose en la base, Keith Bogans de escolta, Luol Deng de alero, Boozer de ala-pívot yJoakim Noah como centro.
Precisamente, el nuevo técnico de los Bulls Tom Thibodeau, siempre reconocido como un gran estratega defensivo durante sus muchos años como asistente en la liga, quiere conseguir ese balance idóneo; pues aunque no le molesta que le etiqueten como "genio defensivo", no quiere sacrificar el ataque de su equipo por pasar demasiado tiempo en las prácticas concentrándose solamente en la defensiva.
Una de sus primeras ideas para los Bulls fue incorporar una jugada con la que estaba muy familiarizado cuando era asistente de Doc Rivers en Boston, "la escaramuza del rugby"; en la que dos internos le ponen cortinas sucesivas al porta balón mientras dos perimetrales se mantienen en movimiento continuo en el otro lado de la cancha. La capacidad de penetración de Rose, la puntería de jugadores como Kyle Korver y Deng y la fuerza con la que pueden atacar el aro jugadores como Noah, Boozer y Taj Gibson, hacen que esta jugada sea casi imposible de defender.
Como era de esperarse en un equipo dirigido por Thibodeau, la excelencia defensiva ha llegado mucho antes que la ofensiva. Antes del partido del pasado miércoles contra Orlando, Chicago anotaba sólo 106 puntos por cada 100 posesiones, lo que era apenas el 18vo mejor ritmo anotador en la liga; aunque mejor que en el año anterior cuando, bajo la dirección de Vinny del Negro, anotaba 103 por cada 100 posesiones (4to peor en la liga). Pero los Bulls de Thibodeau estaban permitiendo apenas 102.7 puntos por 100 posesiones a sus rivales (sextos mejores en la NBA).
El cambio mayor logrado con la llegada de Thibodeau ha sido uno de actitud. El técnico no solo demanda total concentración y excelencia en el juego, sino que da por entendido que ese será el caso en cada entrenamiento y cada partido y que sus jugadores no le defraudarán. Ejemplo es la forma como desmitificó inmediatamente la llamada "gira del circo", que usualmente se posaba como una nube gris sobre las mentes de los jugadores en el pasado, debido a sus resultados negativos. "Son meros partidos de visitantes, iguales a los que juegan todos los equipos", decía a un grupo de periodistas interesados en que les dijera como lidiaría con la aterradora expedición. "Nosotros hacemos las cosas correctamente todos los días y conseguimos progresar cada día. Por esa razón podemos vencer a cualquier oponente, en cualquier noche y en cualquier lugar."

No hay comentarios:

Publicar un comentario